Comienza relatando...
"Todos los hechos lo condenaban, las anécdotas y los recuerdos hablaban mal de él
Con los ojos enterrados en el piso, sufriendo las malas jugadas de su existencia
Ramiro recorrió las calles del barrio.
La misma esquina con su mismo olor, todos los hechos lo condenaban,
Sin embargo, nadie hablaba de su soledad, de aquellos años en la cárcel
De las cosas que hizo y dejó de hacer
De su eterna mala suerte, parado en la esquina
Ramiro respondió las preguntas que jamás le hicieron
Después de todo su único premio era la vejez
La misma recompensa que recibió su padre Carmelo
La misma recompensa que de seguro recibiría su hijo Rafael
Es una noche de Mayo de 1970
Ramiro sigue en la esquina
Solo como siempre..."
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